Harto ya de esperar el corazón
en un último latido se suicidó,
cansado de estar siempre partido,
cansado de hacer siempre poco ruido.
Harto ya mi cuerpo de llorarte
y mis manos de no poder acariciarte,
se cansaron de la vida y en un suspiro
amaron a la muerte y le dieron su destino.
Harto ya mi sueño de ser solo sueño
y mi realidad de vivir siempre el mismo tiempo,
cansados de ser siempre solo eso
decidieron mezclar amor con viento.
Harto ya yo de ser el mismo hombre
y esperarte y ser siempre cuando y donde,
cansado de mi mismo y de mis suicidios
decidí escapar de mi carcel y ser libre de no amarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario