Ángel que me impide caer en este abismo
(en su sonrisa está el despliegue de tus alas),
guardamé de no dejar libre el camino,
que nuestras huellas hablen
de las guerras pasadas.
Ángel, tu sombra es luz en noches del alma,
extingues a silencio la voz en gritos
que ha inundado el mundo de las miradas
de personas que destiñen
el mundo en el que vivo.
No levantes tu mano de nuestro finito
tiempo en la tierra, por ti, definido.
No abandones nunca el destino que espera
el juicio del cosechador de trigo.
