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domingo, 24 de noviembre de 2013

Mi cuerpo, camino de tantos, huella de pocos.

Mi cuerpo, camino de tantos, huella de pocos,
abierto a mil espacios, cerrado a tus adentros,
herida que despacio curaron nuestros ojos
encontrándose de nuevo en un segundo muerto.
Tu cuerpo, surcado por mis pasos algo toscos,
como el viento que duerme y se mece, te siento,
cavidad do yacen al fuego tesoros de oro
que se funden junto con mi realidad y sueño.
Realidad que pierdo mientras al tiempo te pienso,
mis dedos buscan el tacto de esa esencia
que dejaron tus abrazos, sin ellos me pierdo...
Busco dentro del espejo, mi ser me esquiva,
huye donde pueda estar contigo siempre vivo,
fuera del pasado, en un presente, en un futuro
aún no forjado por los latidos del destino.
Huye por ser el viento que duerme en tu susurro.