Hoy en el cielo lucía una sonrisa
tras la niebla de nubes negras,
que incita su brillo a que escriba
todo lo que con su luz ilumina esta.
En este trágico oscuro diciembre,
en el que aún me daña su nombre,
recuerdo en sus labios escuchar un siempre
que aun mi corazón esconde,
pero la luna me devuelve la vida
que un día quiso robarme la muerte,
mi alma vieja aún mira arriba
buscando algún recuerdo inerte.
Y ahora caen de este árbol las hojas,
a destiempo, porque son frías noches,
y en mi piel la lluvia destroza
lo que el viento que sopla no rompe.
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